CAFE BRASIL SAN RAFAEL

Entre las criaturas más hermosas que surcan los cielos brasileños, se encuentra el pájaro de San Rafael. A pesar de su nombre, se trata de un ser alado cubierto de plumas naranjas que protegen un cuerpo semi-humano, dejando su busto al descubierto. El ave tiene el rostro de un ángel que se esconde detrás de un majestuoso pico. Si vuela frente al sol, con sus poderosas alas, deja las plantaciones de la región de Cerrado cobijadas bajo su sombra. Su pico es visible desde el suelo una vez levanta el vuelo y fácilmente se confunde con una llama que parece dispuesta a herir el firmamento. El pájaro de San Rafael vuela cada noche hasta los rincones más remotos de la Tierra, allá donde el ser humano no ha llegado. Impregna en su pico y arranca con sus garras las esencias ocultas de la naturaleza más pura antes de poner rumbo a casa. Hace ya varios siglos que el ave explora la faz de la Tierra, y todos los coloridos aromas que recoge están esparcidos por los campos de Cerrado, donde crecen plantas de café con matices únicos. Cuando consumimos el café de estos frutos, degustamos el resultado de un viaje centenario conectado con nuestro amado planeta.